Gianna Velarde: "Este Dakar no me venció"
Ginna Velarde, la primera piloto peruana en competir en la categoría de motos en el Dakar, apuntó que las fallas en su moto fue lo único que se interpuso en su camino para llegar a la meta.
La primera piloto peruana en competir en Motos en el Rally Dakar, Gianna Velarde, dejó muy rápido la edición 2019, apenas en la primera semana de competencia en la etapa entre Marcona y Arequipa, esto luego de ser excluida de la competencia por no cumplir a tiempo con su llegada a un CP.
Aunque muchos supusieron en un inicio que las caídas la dejaron fuera, la motociclista peruana destaca que no ha sido así, y que el Dakar ha sido más complicado de lo esperado, aunque ella tenía en claro que esta primera ocasión sería un aprendizaje.
“He tenido dos caídas fuertes en este Dakar. En la etapa 2 me caí, pero no fue porque yo haya cometido un error sino porque la moto tenía un problema en la dirección y simplemente no giraba y en arena por la vibración se te clava la llanta y eso fue lo que me pasó y tuve una caída fuerte el segundo día que me agotó pero la terminé”, dijo
“Después de eso, ya a cinco kilómetros de la llegada se me rompe el roadbook porque a todo esto ya iba manejando a 40 kilómetros con el roadbook de manera manual y cuando llego a la parte de la pampa para llegar a la salida el roadbook se rompió porque lo tensé tanto en mi desesperación”.
Los incidentes del segundo día de competencia fueron vitales para la tercera jornada en donde no cumplió con los tiempos establecidos. La improvisación se convirtió en la mejor arma de la peruana en su búsqueda por llegar a la meta.
“No tenía cinta (para reparar el roadbook) así que lo que hice fue leer los dibujitos, ver un poco el CAP y ver un poco la huella y más o menos guiarme y así fue como salí. La etapa 2 estuvo súper dura, me llevó al límite en verdad”.
“Y en la etapa 3 estaba un poco cansada por la caída fea que tuve el día anterior pero a los pocos kilómetros pude reencontrarme con mi ritmo y ya estaba bien. En los primeros 40 kms parece que el radiador estaba fregando, comenzó a salir humo, pero terrible”.
“Le echaba toda el agua que tenía pero debía parar y esperar a que el motor se enfríe. Antes de llegar al cañón, me alcanzaron los camiones y decidí esperar a que pasen porque los camiones te pisan en el cañón y cuando me doy cuenta tenía una fuga en el radiador. No sé cómo porque un radiador no se te rompe en la arena, pero el mío sí se rompió. Pensé que lo había arreglado y volví a entrar al cañón y nuevamente la dirección volvió a molestar”.
“He tenido tantas caídas innecesarias y he tenido que ir tan lento que ha sido muy frustrante para mí porque sé que podía hacerlo mucho mejor”.
“Por las condiciones en que estaba la moto no lo he podido hacer y he tenido que luchar mucho con mi propio ímpetu. Ya terminando la especial, a seis kms del último CP, la moto murió. El radiador estaba jodido, ya no había agua, y a la hora que arreglé el problema llegué tarde a la puerta y me cerraron. Ya no me dejaron largar al día siguiente, pero físicamente estoy entera a pesar de todas las caídas. Es para esto lo que me he preparado: para caerme fuerte y aguantarlo. Lamentablemente la moto no es tan fuerte como yo”.
Reconocida en su país como una luchadora y una deportista que no se rinde ante nada, ella misma señala que: Este Dakar no me ha vencido, la moto me ha fallado pero este Dakar no me ha vencido. El próximo año voy a demostrar que yo puedo con esta carrera”.
La primera piloto peruana en competir en Motos en el Rally Dakar, Gianna Velarde, dejó muy rápido la edición 2019, apenas en la primera semana de competencia en la etapa entre Marcona y Arequipa, esto luego de ser excluida de la competencia por no cumplir a tiempo con su llegada a un CP.
Aunque muchos supusieron en un inicio que las caídas la dejaron fuera, la motociclista peruana destaca que no ha sido así, y que el Dakar ha sido más complicado de lo esperado, aunque ella tenía en claro que esta primera ocasión sería un aprendizaje.
“He tenido dos caídas fuertes en este Dakar. En la etapa 2 me caí, pero no fue porque yo haya cometido un error sino porque la moto tenía un problema en la dirección y simplemente no giraba y en arena por la vibración se te clava la llanta y eso fue lo que me pasó y tuve una caída fuerte el segundo día que me agotó pero la terminé”, dijo
“Después de eso, ya a cinco kilómetros de la llegada se me rompe el roadbook porque a todo esto ya iba manejando a 40 kilómetros con el roadbook de manera manual y cuando llego a la parte de la pampa para llegar a la salida el roadbook se rompió porque lo tensé tanto en mi desesperación”.
Los incidentes del segundo día de competencia fueron vitales para la tercera jornada en donde no cumplió con los tiempos establecidos. La improvisación se convirtió en la mejor arma de la peruana en su búsqueda por llegar a la meta.
“No tenía cinta (para reparar el roadbook) así que lo que hice fue leer los dibujitos, ver un poco el CAP y ver un poco la huella y más o menos guiarme y así fue como salí. La etapa 2 estuvo súper dura, me llevó al límite en verdad”.
“Y en la etapa 3 estaba un poco cansada por la caída fea que tuve el día anterior pero a los pocos kilómetros pude reencontrarme con mi ritmo y ya estaba bien. En los primeros 40 kms parece que el radiador estaba fregando, comenzó a salir humo, pero terrible”.
“Le echaba toda el agua que tenía pero debía parar y esperar a que el motor se enfríe. Antes de llegar al cañón, me alcanzaron los camiones y decidí esperar a que pasen porque los camiones te pisan en el cañón y cuando me doy cuenta tenía una fuga en el radiador. No sé cómo porque un radiador no se te rompe en la arena, pero el mío sí se rompió. Pensé que lo había arreglado y volví a entrar al cañón y nuevamente la dirección volvió a molestar”.
“He tenido tantas caídas innecesarias y he tenido que ir tan lento que ha sido muy frustrante para mí porque sé que podía hacerlo mucho mejor”.
“Por las condiciones en que estaba la moto no lo he podido hacer y he tenido que luchar mucho con mi propio ímpetu. Ya terminando la especial, a seis kms del último CP, la moto murió. El radiador estaba jodido, ya no había agua, y a la hora que arreglé el problema llegué tarde a la puerta y me cerraron. Ya no me dejaron largar al día siguiente, pero físicamente estoy entera a pesar de todas las caídas. Es para esto lo que me he preparado: para caerme fuerte y aguantarlo. Lamentablemente la moto no es tan fuerte como yo”.
Reconocida en su país como una luchadora y una deportista que no se rinde ante nada, ella misma señala que: Este Dakar no me ha vencido, la moto me ha fallado pero este Dakar no me ha vencido. El próximo año voy a demostrar que yo puedo con esta carrera”.
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