MasterChef Celebrity: Vicky Xipolitakis cocinó un jabalí pensando que era un colibrí
La devolución de Damán Betular fue clarita: "La carne tiene buen sabor pero está un poco dura, se pasó". Germán Martitegui coincidió, pero aportó confusión: "El plato está logrado, solo me sumo a esa crítica". ¿Entonces cómo es? ¿Está logrado pero no se puede comer?
El realismo mágico en torno a la participación de Vicky Xipolitakis en MasterChef Celebrity es digno de estudio. Minutos antes, Xipolitakis se había enorgullecido de que su asado de jabalí lo había hecho ahumado, y cuando le preguntaron la técnica para lograr el proceso contestó con la más absoluta seguridad: "Hay un frasquito que dice 'Ahumado'".
Y ni hablar cuando confesó lo que más le había llamado la atención del desafío de hacer jabalí: "Yo me confundí y pensé que era un colibrí, que volaba. Pero dije: 'Toda esta carne en un pájaro no entra'".
A fuerza de simpatía, buen humor, el juego de seducción con Martitegui y ese "no sé qué" imposible de definir, la mediática consiguió que el jurado haga la vista gorda a situaciones que en otros participantes habrían sido motivos de horror. Cocinar con ingredientes recogidos del piso, frotarse por el cuello una lonja de jamón antes de incorporarla a la preparación, o equivocarse de ingredientes y de todos modos presentar un resultado ideal.
Así, la recta final del certamen la encuentra firme, avanzando hacia su soñada final. Tal vez parte de la explicación sea que, a su manera, se hace querer. Ejemplo de ello fue lo solidaria que se mostró con sus compañeros, para cederles ingredientes, o ayudarlos a armar un electrodoméstico, aun sabiendo que estaba perdiendo un tiempo precioso para llegar a buen puerto con su plato.
De todos modos, y le pese a quien le pese, Vicky volvió a convencer al jurado de que es toda una "masterchef", y el desafío del lunes le aseguró una semana más en el reality.
El realismo mágico en torno a la participación de Vicky Xipolitakis en MasterChef Celebrity es digno de estudio. Minutos antes, Xipolitakis se había enorgullecido de que su asado de jabalí lo había hecho ahumado, y cuando le preguntaron la técnica para lograr el proceso contestó con la más absoluta seguridad: "Hay un frasquito que dice 'Ahumado'".
Y ni hablar cuando confesó lo que más le había llamado la atención del desafío de hacer jabalí: "Yo me confundí y pensé que era un colibrí, que volaba. Pero dije: 'Toda esta carne en un pájaro no entra'".
A fuerza de simpatía, buen humor, el juego de seducción con Martitegui y ese "no sé qué" imposible de definir, la mediática consiguió que el jurado haga la vista gorda a situaciones que en otros participantes habrían sido motivos de horror. Cocinar con ingredientes recogidos del piso, frotarse por el cuello una lonja de jamón antes de incorporarla a la preparación, o equivocarse de ingredientes y de todos modos presentar un resultado ideal.
Así, la recta final del certamen la encuentra firme, avanzando hacia su soñada final. Tal vez parte de la explicación sea que, a su manera, se hace querer. Ejemplo de ello fue lo solidaria que se mostró con sus compañeros, para cederles ingredientes, o ayudarlos a armar un electrodoméstico, aun sabiendo que estaba perdiendo un tiempo precioso para llegar a buen puerto con su plato.
De todos modos, y le pese a quien le pese, Vicky volvió a convencer al jurado de que es toda una "masterchef", y el desafío del lunes le aseguró una semana más en el reality.
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