Parisinos cantan frente a incendio en Notre-Dame
Cientos de parisinos se han reunido en las calles aledaƱas a la catedral de Notre-Dame para rezar y cantar debido al incendio
Una multitud de parisinos y turistas estupefactos, algunos de ellos llorando y otros rezando, miraban con horror en el centro de ParĆs el lunes cĆ³mo las llamas devoraban la emblemĆ”tica catedral de Notre-Dame.
Exclamaciones y gritos de “Dios mĆo” empezaban a oĆrse hacia las 19:50 h del tiempo local cuando parte de la aguja se vino abajo, mientras las llamas se extendĆan por todo el techo.
Segundos mĆ”s tarde, las cĆ”maras de cientos de telĆ©fonos mĆ³viles captaban como el resto de la aguja se derrumbaba, en medio de gritos de estupor.
“ParĆs estĆ” desfigurada. La ciudad nunca serĆ” como era antes”, declarĆ³ Philippe, un trabajador en comunicaciĆ³n de unos 30 aƱos, que pasĆ³ en bicicleta despuĆ©s de que un amigo le avisara del incendio que se declarĆ³ en la catedral.
La policĆa trataba de alejar a los transeĆŗntes de las dos islas del Sena, incluida la Isla de la Ciudad, el barrio parisino donde se ubica la catedral de estilo gĆ³tico, el monumento histĆ³rico emblemĆ”tico de la religiĆ³n cristiana y de la historia de ParĆs.
Pero una multitud de espectadores seguĆa intentando acercarse, dificultando el trĆ”fico mientras se arremolinaban en los puentes de piedra que conducen a la isla.
Otra mujer que se acercĆ³ estaba demasiado afectada y las lĆ”grimas resbalaban por sus lentes para hablar con los periodistas.
“Se acabĆ³, no podremos volver a verla”, dijo Jerome Fautrey, un hombre de 37 aƱos que se desplazĆ³ a mirar el incendio.
“Ahora necesitamos saber cĆ³mo ha ocurrido. Con todo lo que estĆ” pasando en el mundo ¿por quĆ© Notre-Dame? QuizĆ”s es un mensaje divino”, agregĆ³.
Un agente de policĆa que llegaba por uno de los puentes se dio media vuelta boquiabierto y exclamĆ³: “Dios mĆo”.
“La historia se estĆ” haciendo humo”
“Es increĆble, nuestra historia se estĆ” haciendo humo“, dijo Benoit, de 42 aƱos, que llegĆ³ al lugar en bicicleta para asistir a la tragedia, resumiendo el sentimiento general de conmociĆ³n.
Sam Ogden, de 50 aƱos, llegĆ³ de Londres el lunes con su marido, sus dos hijos adolescentes, y su madre. HabĆan viajado a ParĆs especĆficamente para ver Notre-Dame, como parte de una gira alrededor del mundo durante aƱos para visitar lugares histĆ³ricos.
“Esto es realmente triste […] la cosa mĆ”s triste que he presenciado y visto en mi vida”, contĆ³ Ogden.
Su madre, Mary Huxtable, de 73 aƱos, dijo: “Esto estaba en mi lista de cosas para ver. Ahora nunca entrarĆ©”.
A poca distancia se encontraba otra familia britƔnica, tambiƩn de Londres.
“Es devastador”, comentĆ³ Nathalie Cadwallader, de 42 aƱos, que habĆa llegado a ParĆs dos dĆas antes con su marido y sus dos hijos para una estancia en la capital francesa de una semana.
“Es horrible que esto haya pasado, ademĆ”s de todo lo que ha vivido ParĆs recientemente”, agregĆ³ en referencia a los atentados yihadistas de 2015.
“Esto es realmente triste […] la cosa mĆ”s triste que he presenciado y visto en mi vida”, contĆ³ Ogden.
Su madre, Mary Huxtable, de 73 aƱos, dijo: “Esto estaba en mi lista de cosas para ver. Ahora nunca entrarĆ©”.
A poca distancia se encontraba otra familia britƔnica, tambiƩn de Londres.
“Es devastador”, comentĆ³ Nathalie Cadwallader, de 42 aƱos, que habĆa llegado a ParĆs dos dĆas antes con su marido y sus dos hijos para una estancia en la capital francesa de una semana.
“Es horrible que esto haya pasado, ademĆ”s de todo lo que ha vivido ParĆs recientemente”, agregĆ³ en referencia a los atentados yihadistas de 2015.
Una multitud de parisinos y turistas estupefactos, algunos de ellos llorando y otros rezando, miraban con horror en el centro de ParĆs el lunes cĆ³mo las llamas devoraban la emblemĆ”tica catedral de Notre-Dame.
Exclamaciones y gritos de “Dios mĆo” empezaban a oĆrse hacia las 19:50 h del tiempo local cuando parte de la aguja se vino abajo, mientras las llamas se extendĆan por todo el techo.
Segundos mĆ”s tarde, las cĆ”maras de cientos de telĆ©fonos mĆ³viles captaban como el resto de la aguja se derrumbaba, en medio de gritos de estupor.
Lo que los medios no te muestran: la gente cantando la Salve en las calles de ParĆs, mientras ve quemarse su Catedral šš¼.— JosĆ© (@jose_fiora) 15 de abril de 2019
La Fe catĆ³lica naciĆ³ y se multiplicĆ³ en las calles, no entre paredes.#NotreDame#NotreDameCathedral pic.twitter.com/C252h0wGl5
“ParĆs estĆ” desfigurada. La ciudad nunca serĆ” como era antes”, declarĆ³ Philippe, un trabajador en comunicaciĆ³n de unos 30 aƱos, que pasĆ³ en bicicleta despuĆ©s de que un amigo le avisara del incendio que se declarĆ³ en la catedral.
La policĆa trataba de alejar a los transeĆŗntes de las dos islas del Sena, incluida la Isla de la Ciudad, el barrio parisino donde se ubica la catedral de estilo gĆ³tico, el monumento histĆ³rico emblemĆ”tico de la religiĆ³n cristiana y de la historia de ParĆs.
Pero una multitud de espectadores seguĆa intentando acercarse, dificultando el trĆ”fico mientras se arremolinaban en los puentes de piedra que conducen a la isla.
Incendio en #NotreDame continĆŗa sin control #ParĆs mientras parisinos lloran y cantan himnos frente a la Catedral en llamas pic.twitter.com/0pJfzAWrxQ— El Horizonte (@ElHorizontemx) 15 de abril de 2019
Otra mujer que se acercĆ³ estaba demasiado afectada y las lĆ”grimas resbalaban por sus lentes para hablar con los periodistas.
“Se acabĆ³, no podremos volver a verla”, dijo Jerome Fautrey, un hombre de 37 aƱos que se desplazĆ³ a mirar el incendio.
“Ahora necesitamos saber cĆ³mo ha ocurrido. Con todo lo que estĆ” pasando en el mundo ¿por quĆ© Notre-Dame? QuizĆ”s es un mensaje divino”, agregĆ³.
Un agente de policĆa que llegaba por uno de los puentes se dio media vuelta boquiabierto y exclamĆ³: “Dios mĆo”.
La gente canta y reza detrĆ”s del perĆmetro de seguridad que se ha cerrado alrededor de la Catedral de Notre-Dame en llamas #Paris pic.twitter.com/azXyN1bnf8— Andreina Flores (@andreina) 15 de abril de 2019
“Es increĆble, nuestra historia se estĆ” haciendo humo“, dijo Benoit, de 42 aƱos, que llegĆ³ al lugar en bicicleta para asistir a la tragedia, resumiendo el sentimiento general de conmociĆ³n.
Sam Ogden, de 50 aƱos, llegĆ³ de Londres el lunes con su marido, sus dos hijos adolescentes, y su madre. HabĆan viajado a ParĆs especĆficamente para ver Notre-Dame, como parte de una gira alrededor del mundo durante aƱos para visitar lugares histĆ³ricos.
“Esto es realmente triste […] la cosa mĆ”s triste que he presenciado y visto en mi vida”, contĆ³ Ogden.
Su madre, Mary Huxtable, de 73 aƱos, dijo: “Esto estaba en mi lista de cosas para ver. Ahora nunca entrarĆ©”.
A poca distancia se encontraba otra familia britƔnica, tambiƩn de Londres.
“Es devastador”, comentĆ³ Nathalie Cadwallader, de 42 aƱos, que habĆa llegado a ParĆs dos dĆas antes con su marido y sus dos hijos para una estancia en la capital francesa de una semana.
“Es horrible que esto haya pasado, ademĆ”s de todo lo que ha vivido ParĆs recientemente”, agregĆ³ en referencia a los atentados yihadistas de 2015.
“Esto es realmente triste […] la cosa mĆ”s triste que he presenciado y visto en mi vida”, contĆ³ Ogden.
Su madre, Mary Huxtable, de 73 aƱos, dijo: “Esto estaba en mi lista de cosas para ver. Ahora nunca entrarĆ©”.
A poca distancia se encontraba otra familia britƔnica, tambiƩn de Londres.
“Es devastador”, comentĆ³ Nathalie Cadwallader, de 42 aƱos, que habĆa llegado a ParĆs dos dĆas antes con su marido y sus dos hijos para una estancia en la capital francesa de una semana.
“Es horrible que esto haya pasado, ademĆ”s de todo lo que ha vivido ParĆs recientemente”, agregĆ³ en referencia a los atentados yihadistas de 2015.
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